¿Qué hago si mi hijo tiene miedo a halloween?
La fiesta de Halloween es una de las más divertidas del año para pequeños y mayores. En el origen de la fiesta está la tradición celta de Samhain que marcaba el fin de la cosecha y la temporada de invierno. Esa noche, los muertos volvían al mundo de los vivos para poseerlos. Para evitarlo, se dejaban velas encendidas en las ventanas y comenzaron los disfraces de seres horripilantes. Así los confundían. En la actualidad ha evolucionado a una fiesta que se puede compartir en familia, porque ¿qué mejor que reírse de lo horripilante para que no te asuste? Esta puede ser una buena forma de superar los miedos, aunque quizá no suficiente. ¿Sabes cómo gestionar el miedo a Halloween? Te dejamos las claves para que puedas hacerlo.
El miedo en la infancia
¿Sabías que el miedo en la infancia es evolutivo? Dependiendo de su edad, tu hijo o hija tendrá miedo a unas cosas u otras, porque es algo que va en consonancia con su grado de madurez. Saber esto te ayudará a gestionar cada situación. ¿Te llamaba la atención que lo que ayer no le asustaba lo haga hoy? Pues esta es la explicación. En esta evolución que comentábamos del miedo, las etapas aproximadas son las siguientes:
Desde que nace hasta, más o menos, los 6 u 8 meses, tu bebé no conocerá lo que es el miedo. Si la noche de los muertos vivientes te pilla en esta edad, puedes estar tranquila ;)
A partir de los 8 o 9 meses se asustará de los golpes o ruidos fuertes. Y también de las persona desconocidas cuando la llamada «angustia por separación» llegue. Y es que el bebé se da cuenta por primera vez de que no es un todo con mamá y son personas diferentes. Seguro que has visto esta estampa tan común de un bebé aferrado a su madre o padre sin parar de llorar, es típica de esta época.
El miedo a la oscuridad, a hacerse daño físico o a los animales aparecen a los 2 años.
La imaginación se desborda entre los 3 y los 4 años y aparece el miedo a los monstruos y la oscuridad.
Sobre los 5 a todos estos miedos habrá que sumar el miedo a personajes imaginarios y malvados.
Entre los 7 y los 8 años aparece también el miedo al ridículo en el grupo de iguales, algo que se verá acrecentando entre los 9 y los 12 años.
En esa época, además, les afecta mucho todo lo que ocurre en el colegio.
El miedo a disfrazarse
El miedo a disfrazarse es algo que puede aparecer a cualquier edad y que se debe tratar conforme a la misma. Hay que tener en cuenta que, hasta los 6 años, los niños no diferencian bien entre fantasía y realidad. Puede ocurrir que tenga miedo del disfraz de otra persona o de disfrazarse él mismo. En esta último caso podría ocurrir que el niño o niña aún no tenga bien asentada su personalidad y por eso no se sienta cómodo metiéndose en la piel de otra. Para que lo supere, enséñale el disfraz descontextualizado, dándole un enfoque de juego y diversión. Así, poco a poco, irá aceptándolo mejor. Y, sobre todo, si no le apetece disfrazarse, no le obligues a hacerlo, tiene que ser algo lúdico y divertido.
El miedo a Halloween, cómo gestionarlo
Como comentábamos al principio, el origen de Halloween está en una fiesta pagana de celebración del fin de la cosecha. En esta fiesta había mucho de esotérico, por la presencia de la muerte. Y es que algunas caracterizaciones están tan bien hechas que es posible que hasta tú tengas miedo. Piensa que el niño niña se encuentra ante zombis y vampiros que cuenta la tradición se alimentan de personas. Y su aspecto no es que sea muy agradable. El miedo a Halloween no es algo exclusivo de la infancia, los adultos también pueden sufrirlo, generando incluso una verdadera fobia. Tratarlo en la infancia puede ayudar a que no se desencadene en la edad adulta, así que, si llegada la fiesta te das cuenta de que tu hijo o hija está aterrado, pon en práctica estas estrategias:
Sé empática o empático y no le quites importancia, para él o ella su miedo es muy real.
Dialoga con él o ella de forma comprensiva, con atención y haciéndole ver que te importa lo que está sucediendo.
Ve a un lugar retirado y tranquilo donde pueda soltar la emoción con calma.
Muéstrale otros puntos de vista acerca de la fiesta, que le ayuden a relativizar el miedo a Halloween. Emplear el humor y promover la risa es una buena opción.
Como se trata de una fiesta, si el niño no lo está pasando bien por el miedo a Halloween, lo mejor es que no participe. Esperar a que esté listo o lista y sea quien proponga acudir a la fiesta es la mejor opción. Ya habrá tiempo para hacerlo.
¿Celebráis Halloween en casa? ¿Cómo gestionáis los miedos?
Créditos: Living Suavinex Spain - Post
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